Reducción del Riesgo de Desastres con Datos de la Tierra (Big Earth Data) para el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible

2023 Marcial Rivera Rodríguez

Marcial Rivera Rodríguez

Ingeniero en Construcción, Gestor del Riesgo en Desastres

Colegio Federado de Ingenieros y de Arquitectos de Costa Rica

La Reducción de Riesgo en Desastres (DRR) es un componente que se encuentra en casi todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que fueron definidos por la ONU en el año 2015. Por lo tanto, para poder cumplir con las metas planteadas en los ODS para el año 2030, es crítico resolver el tema de la Gestión del Riesgo de Desastres.

Al evaluar este año (2023) el avance de los ODS en la mitad del camino planteado, uno de los principales problemas que se han identificado, es el cumplimiento de las metas. Según la misma ONU, actualmente apenas un 15% de los ODS se encuentran al día, mientras que el 37% más bien ha mostrado retrocesos (i).

En la Resolución 71/313 de la Asamblea General de la ONU del 2017, se señaló que el seguimiento del avance era crítico para validar el cumplimiento (ii). Esta Resolución señala que un mecanismo robusto de seguimiento y evaluación de la Agenda para el Desarrollo Sostenible del 2030 requiere un sólido marco de indicadores y datos estadísticos para monitorear el progreso, informar políticas y garantizar la rendición de cuentas de todas las partes interesadas.

El análisis de esta situación ha llevado a identificar que los mecanismos para recolectar la información, es uno de los faltantes más grandes, principalmente, porque los indicadores que se pretenden medir no son generados por las estadísticas nacionales, y en algunos casos, aunque son creados, no permiten determinar si los objetivos se están cumpliendo o no (iii).

Según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), los objetivos de Hambre Cero y Producción de Energía tienen suficientes datos para generar mediciones, mientras que Ciudad y Comunidades Sostenibles, y Acción por el Clima, casi no cuentan con estadísticas. El caso de Latinoamérica, con una gran cantidad de países en desarrollo, no es diferente a la situación de otras zonas del planeta (iv).

Como si fuera coincidencia, muchos de los países en vías de desarrollo, se encuentran también en las zonas del planeta que se encuentran expuestos a eventos naturales que pueden ocasionar desastres en la economía y su población. Por lo tanto, es fácil encontrar que la dificultad de lograr los ODS se va a mantener en el tiempo, por el impacto que tiene el cambio climático en la reducción del riesgo de desastres.

Vale la pena mencionar, que la Reducción de Riesgo de Desastres también es planteada por el Marco de Sendai, otro acuerdo internacional que busca crear condiciones y capacidades en todos los países del mundo, para que los impactos derivados de los desastres no tengan la afectación como en años anteriores, aumentando la resiliencia de las poblaciones y sus servicios.

Los desastres generan lecciones aprendidas, y cada vez más, la población científica y técnica del mundo, trabaja en un contexto de prevención que orienta a la toma de decisiones. Un elemento que ha crecido de forma reciente tiene que ver con la información y los datos. Al igual que en el resto del mundo, los datos no estructurados (como los provenientes de videos, imágenes, o el análisis de la interacción de las personas con las herramientas de internet) aumentan día a día, pero su análisis requiere que se manejen con herramientas de Big Data, para poder incluir la mayor cantidad de variables.

Big Earth Data (Datos de la Tierra) es un tema que ha tomado relevancia, dentro del tema de Big Data y Datos Abiertos. Está relacionado con la gestión de información de la Tierra en temas de ciencia, observación de la tierra, entre muchos otros. Ha sido un tema liderado por China y que busca, a través de los datos abiertos, lo interdisciplinario, y la gestión de información, facilitar la toma de decisiones alrededor del cumplimiento de los ODS.

El Big Earth Data tiene oportunidades muy importantes en la reducción de riesgo de desastres, principalmente en países en vías de desarrollo, ya que permite generar información auxiliados con mecanismos remotos y de datos abiertos, que puede reducir significativamente los costos necesarios para implementar mecanismos de acción.

Para la Reducción de Riegos de Desastres, el Big Earth Data puede facilitar la identificación y proyección de vulnerabilidades y amenazas, por lo tanto, atiende directamente los dos componentes que pueden generar un riesgo, como se sintetiza en Disaster Risk and the 2030 Agenda (v).

Es importante recordar que las amenazas constituyen elementos presentes en la naturaleza, y que pueden tener registros históricos, que facilitan crear proyecciones de cómo estos elementos pueden evolucionar y la forma en que se pueden presentar. Particularmente, con los efectos del Cambio Climático, los ejercicios de proyección de cómo estas amenazas se pueden incrementar (o disminuir), se vuelve una base indispensable para ingresar en los modelos de proyección de desastres. Para realizar un modelo adecuado, se debe conocer en la mejor medida cómo una amenaza se ha comportado anteriormente, y cómo se puede comportar en el futuro (vi).

El otro componente del riesgo, que es la vulnerabilidad, también se puede facilitar con el uso de observación de la tierra, que es otro componente del Big Earth Data. La identificación de poblaciones o sectores vulnerables es clave para definir cómo el comportamiento de una amenaza puede tener diferentes niveles de impacto. También permite conocer características de la tierra, que pueden generar mayor o menor nivel de exposición, por ejemplo, deforestación, inclinación del terreno o cambios en el uso del suelo.

Los efectos del cambio climático, particularmente sobre las amenazas hidrometereológicas, es un tema que ha tomado una relevancia muy fuerte, y se vuelve crítico que las decisiones políticas sobre planificación territorial e inversión a nivel mundial se tomen con criterios objetivos, reconociendo cómo la participación humana puede alterar nuestra interacción con la naturaleza. En el caso de los datos, es importante que todos los modelos históricos, y las proyecciones futuras de las lluvias, estén en bases de datos estandarizadas, que permitan tomar decisiones con criterios unificados.

También se debe trabajar en crear capacidades, principalmente en la población joven, para que aprendan a utilizar los softwares que permitan modelar los efectos del cambio climático sobre las amenazas, para que cada vez se puedan crear mejores modelos, que permitan anticipar los posibles desastres, y crear alertas tempranas.

El mundo debe orientar en la creación de alertas tempranas, principalmente aquellas que se pueden aprovechar de herramientas de observación, el internet de las cosas y los datos abiertos. En muchos países en vía de desarrollo, y con menor capacidad para la creación de costosas herramientas de mitigación de amenazas, la alerta temprana puede brindar tiempo clave para reducción la exposición que tienen las poblaciones a las amenazas, al permitirles evacuar.

Por lo tanto, la promoción del Big Earth Data en los países en vías de desarrollo, es un elemento clave que puede buscar la reducción del riesgo de desastres, y al fin entonces, atacar de una forma directa los elementos que deben ser cubiertos por los ODS.

i https://unstats.un.org/sdgs/report/2023/

ii https://documents-dds-ny.un.org/doc/UNDOC/GEN/N17/207/63/PDF/N1720763.pdf?OpenElement

iii (Disaster Related Statistics Framework) https://www.unescap.org/sites/default/files/ESCAP.CST_.2018.CRP_.2_Disaster-related_Statistics_Framework.pdf

iv http://repositorio.cepal.org/handle/11362/46001

v https://www.undrr.org/disaster-risk-and-2030-agenda-sustainable-development

vi (UNDRR-GAR 2023) https://www.undrr.org/gar/gar2023-special-report

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