Reconocido desde siempre “por su juego seguro y el respeto que tenía por sus adversarios”, Evaristo Coronado juega hoy en dos canchas: es gerente del Deportivo Saprissa y empresario ingenieril
Datos Curiosos
- El exfutbolista Morado jugó 8 partidos de la eliminatoria rumbo a Italia 90 y anotó dos veces.
- Fue parte de la Selección Nacional, en la que disputó 52 partidos y anotó 10 veces.
- Evaristo Coronado se retiró del fútbol en la temporada de 1995.
- Su partido de despedida se escenificó el 27 de agosto de 1995, en un partido entre Saprissa y el Comunicaciones de Guatemala.
- Nunca recibió una tarjeta roja directa, pero fue expulsado por un error arbitral admitido luego por el mismo réferi.
El béisbol lo dio a conocer. Sí, leyó bien: su primer acercamiento con el deporte no fue el fútbol… A sus 16 años, Evaristo Coronado ingresó al equipo de béisbol de la Universidad de Costa Rica, justamente en el momento en que ingresaba a la Facultad de Ingeniería en ese centro universitario.
“Yo trabajé medio tiempo durante 3 años en el Colegio de Ingenieros, aquí me dieron la oportunidad pero también seguía con el deporte. Recuerdo a Eduardo Mora, director ejecutivo del Colegio de Ingenieros decirme: ´Dios guarde juegue con Paraíso´, que era la competencia, pues tenía la opción y yo asumía el puesto de pitcher de la UCR, unas semanas después, pasé a Primera División en la UCR, e incursioné en la Juvenil de Fútbol de la misma Universidad”, relató el exfutbolista.
El jugador reconoce que, cuando le dieron la opción de jugar balompié en la U, siempre tuvo claro lo difícil que era aspirar a la Primera División. Un amigo, Rodrigo Pacheco, preparador físico del Deportivo Saprissa lo vio jugar y conocía la intensión de Evaristo de ascender, y de inmediato llamó a Walter Elizondo, director técnico del equipo Morado en ese momento, y lo invitó a realizar una prueba para ver cómo jugaba. Así comenzó la historia con el equipo de sus amores.
Llegó al Saprissa en 1981, y ese mismo año destacó como el máximo goleador del torneo con 23 tantos. Además, se impuso como el mejor goleador del equipo en los años 1981, 1985, 1987, 1988 y 1992.
Al hablar de Evaristo Coronado lo primero que viene a nuestra mente es el Deportivo Saprissa, la camiseta morada y la banda de capitán lo identificaron durante 15 años, y aún hoy, como Gerente Deportivo. Reconoce que asumir este puesto fue todo un reto para su vida profesional, pero agradece la confianza brindada por parte de la Directiva, el equipo técnico y los jugadores.
El Ing. Coronado ha sido deportista toda su vida, hoy aún trata de mantenerse activo, además de combinarlo con su trabajo como ingeniero civil.
«Estar en la cancha de este estadio representa mucho para mí. Recuerdo como si fuese hoy, la emoción y las vibras positivas que transmite la afición apoyándome en un partido, es una sensación indescriptible, que no puedo olvidar», señaló el ingeniero, visiblemente emocionado.
El Caballero del Fútbol es considerado uno de los ídolos más grandes del saprissismo, pues consiguió 172 tantos con el Monstruo que lo convirtieron en el máximo anotador de la historia del club morado. Siempre se ha mantenido ligado al Saprissa, asumiendo la dirección técnica interina en dos oportunidades, como miembro de la Junta Directiva y de la Comisión Técnica con un conocimiento amplio de la estrategia establecida por Horizonte Morado.
A los 21 años, logró integrarse a la Selección Nacional de fútbol, donde sobresalió por sus habilidades en el dominio del balón y ahí estuvo presente cerca de 13 años: anotó 10 goles en 52 partidos. Las principales anotaciones fueron ante Honduras, en 1983, y ese mismo año un gol determinante para la victoria de Costa Rica ante los Estados Unidos, triunfo que llevó a nuestro país a avanzar en la eliminatoria mundialista de México 86. También, una Victoria y un empate logrados por el exfutbolista llevaron a la Tricolor a la eliminatoria de Italia 90.
La gran capacidad de estrategia y goleadora, destacaron al Ing.Coronado como uno de los delanteros que destacaba en los convocados de los fogueos de la Tricolor. Sin embargo, no pudo ser parte de la Selección destacada en el Mundial de 1990 en Italia.
Desde su posición actual como gerente deportivo del Saprissa, inspira a los jóvenes jugadores del equipo morado y continúa su vida profesional como ingeniero civil, enviando un mensaje de optimismo sobre la importancia de estudiar y capacitarse permanentemente como profesionales.