- Edificio en madera con 80 años de existencia fue reconocido por consolidar valores científico-documental, antigüedad, buen estado de conservación, autenticidad, arquitectura, historia, ubicación armónica en el paisaje local y simbolismo para la comunidad
- Buenas condiciones del edificio escolar reflejan aprecio de los pobladores de Santa Rosa
No solo las suntuosas construcciones de los mayores centros de población pueden ser reconocidos como patrimonio histórico-arquitectónico. No solo los robustos edificios de aires europeos son valiosos. También lo son nuestras construcciones vernáculas que resguardan saberes constructivos con materiales en desuso, aquellas que forman parte de una identidad comunal, construcciones que son un retrato de una época y, sobre todo, que son significativas para esa población.
La Escuela de Santa Rosa, un poblado del distrito de Tamarindo, ubicado en el cantón guanacasteco de Santa Cruz; es el nuevo edificio reconocido como patrimonio histórico-arquitectónico de Costa Rica. Así lo establece desde el decreto ejecutivo N° 42379-C, publicado en La Gaceta recientemente. Ahora, su conservación está amparada por la ley respectiva (Ley 7555).
El edificio, originalmente levantado entre 1940 y 1941, es una construcción en madera de 100 metros cuadrados, ubicada frente a la plaza de Santa Rosa, cuyo costo total fue cercano los 30 mil colones. Probablemente su diseño se le debe al arquitecto José María Barrantes Monge, responsable, desde su puesto como jefe de Obras Públicas de la Secretaría de Fomento, de ser el artífice de varios centros educativos que actualmente cuentan con este mismo reconocimiento.
“La Escuela de Santa Rosa de Santa Cruz tiene un gran valor científico documental porque la conservación de la mayoría del tejido histórico original le da el carácter de valiosa fuente primaria de información técnica e histórica, donde se pueden estudiar técnicas arquitectónicas y conocimientos tradicionales desaparecidos o en vías de desuso, igualmente parte de la historia social, económica y política de Guanacaste y del país en general”, consta entre las consideraciones para su declaratoria.
Asimismo, reconoce, entre otros, “un fuerte valor simbólico para la comunidad porque es un referente identitario de la colectividad local”, para finalmente concluir que “su valor cultural está consolidado en la conjunción de tantos valores patrimoniales”.
Por estas y otras razones se le dio la declaratoria, bajo la categoría de monumento, a la Escuela de Santa Rosa. Los valores patrimoniales del edificio constan en el decreto y fueron previamente desarrollados en un estudio técnico, elaborado por el historiador Carlos Luis Fallas Pastor y el arquitecto Gustavo Morera Rojas, ambos funcionarios del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.
Según el estudio técnico que dio pie a la declaratoria patrimonial, el diseño arquitectónico del edifico histórico de la Escuela de Santa Rosa es sencillo, pero a la vez hermoso. Está bien adaptado al clima, al terreno y a la función para la que fue concebido. No menos importante es que los técnicos del Centro de Patrimonio Cultural definieron que está muy bien conservado tras sus 80 años como centro educativo.
El edificio sobresale ante las construcciones aledañas mucho más recientes, tanto en su estilo, como en los materiales empleados. Definitivamente, aquellos eran otros tiempos y esta escuela rural es fiel testigo de esto.
«El valor científico del edificio se puede ver desde dos perspectivas: primero las técnicas constructivas en el uso de las maderas, que han estado en desuso porque hoy se privilegian otros materiales. En el pasado la construcción en madera contempló una serie de conocimientos: cuál especie usar según fuera para pisos, puertas, etc.; no se cortaba en cualquier momento, sino que se consideraban las mareas y las fases de la luna; además, los tipos de cortes de las tablas que ya no se usan, posiblemente por razones económicas”, señaló el historiador del Centro de Patrimonio Cultural.
Según lo investigado para realizar el estudio técnico del inmueble, el maestro de obras fue Julián Brenes Ramos, trabajaron con él los hermanos Joaquín y Antonio Calvo, todos de Santa Cruz. La madera la cortaban cerca y a mano la labraban (quitar la costilla), “cordoneaban” y “junteaban”, por carecer en la región de maquinaria para hacerlo.
Todas las maderas utilizadas en la edificación fueron de pochote y cedro. Según comentaron los lugareños entrevistados: “Las puertas las hicieron unos ebanistas de Santa Cruz, Salvador Rocha -ya fallecido-, decía que las habían hecho ellos en pochote”.
Para Fallas la edificación refleja cómo se manejó la climatización en ese momento mediante las alturas de las paredes y los pasos de aire que dejaban para refrescar el ambiente. Los petatillos, (ver fotografía) no solo adornan la escuela, sino que permiten el ingreso del aire fresco y la salida del aire caliente para generar confort en las aulas. En estas regiones tan calientes, se aplicaban antiguos conocimientos para manejar el clima interno de los edificios.
“Por otra parte, un edificio así, construido en una zona rural hoy, hace 80 años lo era aún más. Esto habla del momento histórico que vivió el país al final del periodo liberal (1940). Indica el interés del Estado por fomentar la educación primaria para que llegara a todos los rincones; por cubrir a toda la niñez, independientemente de la distancia, como política sostenida del sistema liberal”, apuntó Fallas.
Juan Dinarte, de 82 años, cuenta que cuando inició su educación, la escuela estaba “nuevecita” y que es la misma construcción de hoy. Él formó parte de la Junta de Educación por muchos años y dijo sentirse “muy emocionado” por la declaratoria, la cual impulsó. Su interés surge en la comparación con otras escuelas de la zona, sobresale lo antigua y especial que esta es, construida con fuertes maderas y de las últimas que quedan, dijo.
Arquitectura de la Escuela de Santa Rosa El edificio que ocupa la escuela es del estilo escolar rural implementado por el Estado costarricense durante el primer tercio del siglo XX.
Según indica el estudio técnico, la Escuela de Santa Rosa es una construcción en planta rectangular, con corredor anterior y posterior, de un solo nivel. El ingreso principal se ubica en el costado este de la propiedad, por donde se accede directamente a un corredor exterior protegido por una baranda en concreto, el cual distribuye a tres diferentes aulas. Una de las aulas se dispuso frente al corredor y las otras dos hacia los extremos de este.
Cada uno de los salones es amplio, los dos de los extremos cuentan con un corredor exterior hacia la parte posterior, al cual tienen acceso las tres aulas. Estos corredores tienen columnas que soportan la estructura de la cubierta.
El material de construcción principal es madera, la que se puede encontrar en el piso, las paredes, puertas y ventanas, cielorrasos y la estructura de cubierta. También se encontró concreto en el murete de la fachada principal y en el zócalo.
En lo que se refiere a la técnica constructiva, es una edificación con estructura de madera y forro de tablillas de madera. La estructura de piso y el piso, también son de madera.
Características:
- La fachada principal es simétrica, hacia los lados tiene ventanas equidistantes del centro con un pequeño techo que las protege. Se compone de un solo volumen en el que se observan dos diferentes planos. Originalmente, la fachada era libre y se podía apreciar mejor, no obstante, en el año 2015 se construyó un paso techado en el acceso principal de la Escuela, el cual, si fuera el caso, se puede revertir a su condición anterior.
- La fachada posterior es de igual forma simétrica, presenta un volumen en primer plano en el centro de la fachada con cuatro ventanas que corresponde al aula central. A ambos lados de esta se ubican los corredores posteriores, que tienen tres columnas de madera con bases de concreto. En segundo plano están las otras dos aulas y en cada una se nota una puerta y cuatro ventanas.
- Las ventanas se caracterizan por tener todas las mismas proporciones y de igual forma, ser de guillotina, con una altura de dos metros, lo que las hace bastante amplias para la iluminación y ventilación de los salones. También presentan guarniciones en madera de 10 centímetros de ancho, todas las cuales se mantienen.
- En el año 2018, las ventanas originales de guillotina fueron retiradas y en su lugar colocaron malla electro-soldada con estructura metálica fija a la pared de madera, pero están bien documentadas, por lo que se espera que a raíz de la declaratoria se impulse su restitución en idénticas condiciones.
- Las paredes de las fachadas principal y posterior, así como las paredes internas, son de tablilla machihembrada con doble canal. Según comentaron los lugareños fueron aserradas manualmente en aserraderos provisionales instalados en la construcción.
- Los pisos en el interior de la edificación son de tablones de madera de aproximadamente 12 cm de ancho, lo cual ya no es usual. En el exterior del inmueble, específicamente en los corredores, los pisos se construyeron de mosaicos de forma irregular y con diferentes colores.
- Los cielorrasos de la escuela son de tablilla machihembrada con doble canal. Allí construyeron pequeñas estructuras para la ventilación del cielo y así mantenerlo en buen estado. En los aleros se aprecia que el cielorraso es del mismo material y con las mismas características que el resto del inmueble.
- La cubierta de techos es de hierro galvanizado ondulado, a cuatro aguas bien definidas, con pequeños techos en ventanas y en el corredor de la fachada principal.
- Las puertas en madera son de doble hoja, con seis tableros cada una y 2.4 metros de altura. Sobre estas, una pequeña ventana de 50 cm. de altura conocida como montante. Cuentan también con guarniciones de madera con el mismo diseño de las de ventanas y las mismas dimensiones.
- Entre los detalles que caracterizan este inmueble está el petatillo en madera ubicado en la parte superior de las paredes que dan al corredor en la fachada principal, lo que colabora con la ventilación de los salones.
Los profesionales del Centro de Patrimonio Cultural llegaron a la conclusión de que en ochenta años el edificio de Escuela de Santa Rosa tuvo solo cambios mínimos en su tejido histórico.
El estado actual de conservación evidencia que la madera de paredes y de estructuras son todas las originales, lo mismo que los pisos exteriores, por lo que mantiene en altísimo grado su autenticidad.
Sin duda, esto se debe al mantenimiento apropiado y oportuno que recibió la estructura histórica a través del tiempo, lo que incide en que las formas originales de la Escuela prevalezcan hasta la actualidad “y sea clara y absolutamente reconocible la época constructiva, y el uso original -que no ha cambiado- y hasta el estilo arquitectónico, que lo liga indudablemente a la Provincia de Guanacaste y a la historia del país”.
“El cariño y respeto de la comunidad circundante, usuaria y beneficiaria directa de sus servicios, generaron los cuidados necesarios para heredarlo, casi intacto, al presente”, destacaron.
Fotografías:
- Collage 1: Arriba Escuela de Santa Rosa como se mantiene a la fecha. Abajo, en 2009, muestra la fachada principal en su condición original, sin el acceso techado y con las ventanas intactas; intervenciones reversibles y que no demeritan el valor patrimonial del edificio.
- Foto 1: Vista interior de una de las tres aulas del edificio patrimonial, se observa en la parte superior de las paredes el detalle llamado petatillo que da ventilación natural al inmueble y que fue muy utilizado en las construcciones de madera en climas calientes.
- Foto 2: Se observa la puerta de madera de tableros y con montante; además, el piso externo de mosaicos policromados, características que mantiene actualmente.
- Collage 2: A la izquierda el detalle de pared de la fachada principal en tablilla de doble cordón. A la derecha, el detalle de pisos de tablones de 12 centímetros que conforman el piso de madera. Características que mantiene el edificio y que están en desuso.
Imágenes del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural.