Mujeres en la Ingeniería: Retos, Impacto y Futuro

Autora:

MAP. Isabel Aguilar Coto, Ingeniera en Construcción y Máster en Administración de Proyectos 

Directora División Vivienda Social, Mucap (Mutual Cartago de Ahorro y Préstamo) 

En el mundo de la ingeniería, históricamente dominado por hombres, ser mujer representa un reto que va mucho más allá del ámbito técnico. 

Uno de los mayores desafíos que he enfrentado como mujer ingeniera ha sido romper un patrón heredado por generaciones, insertado de forma inconsciente en el ADN de muchas mujeres: un sistema de creencias limitantes que condicionaba no solo cómo nos percibían los demás, sino cómo nos veíamos a nosotras mismas. 

Superar ese patrón implicó reconocer mi valor, confiar en mis capacidades y entender que, cuando ese cambio ocurre, todo se transforma. Ser una mujer ingeniera, para mí, es amar la ciencia y los números, desafiar lo establecido y tener la convicción de que todo proceso puede ser transformado con conocimiento. Es escribir nuevas reglas desde la lógica, pero también desde la pasión. 

A pesar de los avances logrados en las últimas décadas, con más mujeres en puestos clave y roles de liderazgo, aún existen brechas significativas. Creo firmemente que debemos fortalecer el protagonismo femenino desde la academia y mediante compromisos reales de instituciones públicas y privadas. Esto incluye no solo abrir más espacios, sino también garantizar la equidad salarial como un derecho básico que permita un entorno de talento sin género. 

En mi trayectoria, he entendido que el liderazgo real está profundamente ligado a la pasión y a la convicción de amar lo que hacemos, incluso cuando nos enfrentamos a problemas complejos. Ser referente y poder impactar la vida de otras mujeres es una responsabilidad transformadora. Un ejemplo de ello es el logro de administrar proyectos de interés social que han permitido a muchas familias alcanzar un hogar digno, con un impacto directo en la sostenibilidad y la calidad de vida. 

Para que las mujeres tengamos más visibilidad y voz en proyectos clave o espacios directivos, necesitamos reconocer que la preparación académica y la experiencia profesional son pilares esenciales. Sin embargo, el liderazgo se construye también con habilidades blandas: aprender de quienes nos rodean, compartir conocimiento, pensar estratégicamente y actuar con humildad, honestidad y pasión. 

Entre las barreras que he logrado derribar, una de las más profundas ha sido la percepción de que la mujer no puede ocupar un rol preponderante. Lo hice a través de una sólida formación académica y una entrega total a cada responsabilidad. Este no es un triunfo individual, sino un mensaje para que otras mujeres transformen las limitaciones en oportunidades y se posicionen donde antes parecía imposible. 

Visualizo a la próxima generación de mujeres ingenieras como valientes constructoras de un futuro más justo, con un camino más allanado, pero aún con la tarea pendiente de cerrar la brecha de género. Las imagino liderando, innovando y transformando con talento y humanidad. A ellas les diría: sí, es posible lograr lo que un día pareció inalcanzable. La confianza en una misma es el cimiento, la preparación es el punto de partida, pero lo que marcará la diferencia será la pasión y el compromiso con el que sirvan. 

Porque este mundo no solo necesita mujeres que resuelvan problemas, sino mujeres que transformen con propósito. 

«Nosotras representamos el legado vivo que ustedes, mujeres ingenieras del mañana, han soñado construir. Y hoy les decimos: ese sueño ya comenzó.» 

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *