Educación Inteligente (segunda parte)

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MSc. Ronald Bolaños Maroto

Máster en Ingeniería Eléctrica, Licenciado en Ingeniería Mecánica, especialista en informática industrial.

Como especie, indudablemente nuestra ventaja evolutiva radica en nuestra capacidad de analizar y resolver problemas en grupo. Conforme mejora nuestra inteligencia colectiva, la civilización acelera su ritmo de desarrollo. Esto es evidente en hitos como la creación del lenguaje, la invención de la escritura y la imprenta, y el asombroso desarrollo de las telecomunicaciones. Por ejemplo, no cabe la menor duda de que la Internet está acelerando el ritmo del desarrollo tecnológico e impulsa, a su vez, la transformación de la sociedad. Esto tiene profundas implicaciones en la educación, especialmente en la formación de técnicos e ingenieros que serán los responsables de desarrollar y mantener las máquinas y sistemas inteligentes. A continuación, se analizan a profundidad estos cambios:

  1. Educación continua: en esta era del conocimiento, los trabajadores deberán mantenerse estudiando durante toda su vida productiva y evolucionar continuamente, para mantenerse competitivos en sus trabajos. Esto implica la necesidad de integrar la educación técnica con la formación universitaria de Ingeniería. Cuando un estudiante obtiene el grado de técnico medio, desarrolla experiencia y, posteriormente, estudia una carrera de Ingeniería afín a su campo, resulta muy evidente que tiene un conocimiento mas profundo de su especialidad. En otras palabras, es un mejor profesional. Países como Alemania, que tienen una excelente educación técnica, crean un sistema de formación donde los mejores técnicos medios se convierten en técnicos superiores y los mejores técnicos superiores se convierten en ingenieros. Con esto, crean un círculo virtuoso que promueve la superación continua.
  2. Pirámide de Flujo del Conocimiento: el verdadero reto para lograr una transformación productiva y sostenible de las empresas es crear, como sociedad, un modelo de transferencia del conocimiento que sea eficaz y eficiente, donde la información fluya en la organización, desde la base hasta los tomadores de decisiones y viceversa. Por esta razón, es fundamental integrar en las empresas el proceso de formación con el productivo, que actualmente se manejan de forma separada. Salvo en modelos como el de la Educación Dual, en el que se integra al estudiante para que aprenda y desarrolle sus destrezas dentro de la misma empresa. Pero el reto es ir más allá y lograr que el estudiante se convierta en un factor de cambio que contribuya a introducir nuevos conceptos y tecnologías en la estructura productiva. Esta es la forma más segura y rápida de acelerar la transferencia de conocimiento y la transformación productiva de las organizaciones.

El reto es entender que hay que crear relaciones ganar-ganar entre los empleadores, las instituciones educativas y los productores de tecnología, que beneficien al estudiante durante toda su vida productiva, y permitan que el conocimiento fluya y se renueve continuamente. El lograr que coincidan los intereses de todos los involucrados en un modelo de negocios que garantice la cooperación permanente es el desafío por superar, y conceptos como la academia CISCO nos da una idea del camino a seguir.

  1. Cultura Digital: la automatización universal potencia las habilidades intelectuales del ser humano, que son justamente las que nos diferencian de las máquinas: capacidad de análisis, imaginación y creatividad, empatía y espíritu crítico. Esto nos lleva a la necesidad de fomentar el desarrollo de habilidades blandas en el personal, lo que debería comenzar en el núcleo familiar y fomentarse durante toda la vida. Por ejemplo, cuando se analiza la cultura de los emprendedores que han tenido éxito, se notan ciertos valores comunes: confianza (no temen a compartir sus ideas, lo que facilita el trabajo en equipo), pasión (no temen fracasar una y otra vez hasta alcanzar su sueño), empatía (realmente pueden entender las necesidades reales del cliente y darles una solución que lo satisfaga).

El modelo de desarrollo actual es insostenible porque está contaminando y destruyendo el ecosistema, y agotando los recursos naturales del planeta debido al aumento acelerado de la población. En la actualidad, consumimos un 50% más de recursos naturales de los que la tierra puede proveer, lo que lleva a la necesidad de replantear el modelo de desarrollo, los hábitos de consumo y la estructura social. Este será el tema que se desarrollará en el próximo artículo.

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