Ing. Construcción. Edgar Osmín López Hernández
Universidad de Costa Rica, Oficina de Servicios Generales
Existen diferentes formas de abordaje de la gestión del riesgo. Las siguientes tres son especialmente consideradas desde la ingeniería correspondiente:
Gestión del riesgo desde la infraestructura y cambio climático, Marco de Sendai para la Reducción del Riesgo de Desastres 2015-2030. El autor pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la preparación para casos de desastres y adoptar medidas con anticipación a los acontecimientos en la preparación para una respuesta y recuperación eficaces en todos los niveles para “reconstruir mejor”
En el sector público costarricense, la Administración Integral del Riesgo es parte esencial y necesaria de la gestión pública. El artículo 14 –en concordancia con 18 y 19– de la Ley General de Control Interno N.º 8292 indica todo ente debe contar con un Sistema Específico de Valoración del Riesgo Institucional (SEVRI) que le permita identificar sus riesgos y adoptar métodos para analizar y tratar su nivel residual de riesgo no aceptable.
El Normativo ISO 31000: es el primer modelo para la gestión de riesgos sociales y ambientales, que establece nuevos estándares y procedimientos dirigidos a la prevención de posibles peligros. El liderazgo, el compromiso y la integración de las posibles amenazas dentro de la estructura de una empresa u organización cobran especial relevancia en esta nueva versión.
Como miembros de la Sociedad Americana de Ingenieros Civiles (ASCE), tenemos la misión de crear un mundo sostenible y mejorar la calidad de vida, servir de manera competente, colaborativa y ética. La ingeniería debería tener un papel más activo en el proceso de toma de decisiones políticas para que el resultado en cuanto a “riesgos e incertidumbres” alcance sus frutos. ASCE propone cinco grandes temas con consecuencias y tácticas que pueden consultarse en su versión en español de la Visión 2025.
Se nos plantea contemplar la ingeniería tanto como definidora de problemas y solucionadora de estos. Para profesionales que buscan oportunidades de introducir mejoras en la calidad de vida del ser humano, la clave es hacer lo que nos toque y vigilar a otros, sean organizaciones o personas, para que la suma de todas las energías, con el tiempo, redunde en un mejor futuro.