

Autor:
Ing. Luis Serrano Á., Ingeniero Civil
- Experto en investigación aeroespacial e inteligencia artificial.
Las aplicaciones satelitales, y en particular aquellas facilitadas por el programa Copernicus de la Unión Europea, juegan un papel cada vez más importante en la ingeniería civil. Copernicus ofrece acceso gratuito a datos de observación de la Tierra de alta resolución, mediante satélites Sentinel, lo que permite monitorear deformaciones de terreno, cambios en el uso del suelo y condiciones ambientales, de forma continua y remota. Estos datos, combinados con tecnologías de teledetección como InSAR, se han convertido en herramientas clave para detectar movimientos micrométricos en la superficie terrestre; evaluar la estabilidad de taludes, presas y obras subterráneas; e intervenir de forma preventiva antes de que ocurran fallas geotécnicas o estructurales.
En el campo de la geotecnia, la capacidad de identificar hundimientos sutiles en zonas urbanas o rurales, incluso a partir de inundaciones o extracción de agua subterránea, permite diseñar soluciones de drenaje o cimentación de manera más precisa y eficiente. Por ejemplo, la metodología InSAR aplicada a satélites Sentinel ha demostrado ser eficaz para monitorear puentes críticos, anticipar asentamientos y priorizar obras de refuerzo antes de que se conviertan en emergencias. En proyectos de transporte, disponer de información actualizada sobre la estabilidad del terreno facilita planificar rutas que eviten zonas inestables, reduciendo costos y riesgos asociados a fallas imprevistas durante la construcción.
La generación de modelos digitales del terreno con datos ópticos y LiDAR —también integrados en Copernicus y misiones complementarias como KOMPSAT— es esencial para diseñar drenajes, plataformas para carreteras o cortes en taludes, pues permite una precisión notable que antes era imposible sin recorridos topográficos extensivos. Además, la planificación vial puede beneficiarse del análisis regular de cambios en el uso del suelo y en la vegetación o erosión circundante, al permitir ajustes ágiles a los diseños en función de condiciones ambientales dinámicas.
Las ventajas de incorporar estas herramientas satelitales en el ejercicio profesional de los ingenieros civiles son múltiples. Primero, la capacidad de monitorear grandes zonas sin necesidad de desplazarse constantemente reduce costos operativos y mejora la seguridad del personal, especialmente en terrenos de difícil acceso. La precisión milimétrica que ofrecen tecnologías como InSAR permite detectar fallas incipientes y planificar intervenciones antes de que surjan riesgos severos. Además, contar con datos ambientales, como erosión, calidad del agua o cambios en cobertura vegetal, promueve la creación de proyectos más sostenibles, alineados con normativas ambientales y comprometidos con el entorno natural.
Para los miembros del Colegio de Ingenieros Civiles, disponer de una herramienta electrónica que integre datos satelitales representa un salto cualitativo en su ejercicio profesional. Una plataforma de visualización y análisis permitiría acceder de manera inmediata a imágenes Sentinel, modelos de elevación y alertas automáticas de deformaciones. Así, los profesionales podrían generar informes técnicos fundamentados, justificar decisiones ante clientes o autoridades, y ofrecer servicios diferenciados de monitoreo remoto, posicionándose como referentes en tecnología aplicada. Esta modernización técnica no solo mejoraría la visibilidad del Colegio, sino que también incrementaría la competitividad de sus miembros, al ofrecer soluciones basadas en evidencia real y actualizada.
Además, la formación en interpretación de datos geoespaciales y herramientas GIS de este sistema permitiría fortalecer las competencias de los ingenieros en tecnologías avanzadas, tales como la creación de gemelos digitales (Digital Twins) y la integración de múltiples fuentes de datos para construir análisis robustos. De este modo, se fomenta una ingeniería civil más precisa, resiliente y conectada con estándares internacionales de monitoreo y planificación.
El Colegio de Ingenieros Civiles ha reconocido este potencial y está impulsando el desarrollo de una plataforma colaborativa basada en datos geoespaciales, orientada a facilitar el acceso, monitoreo y análisis de datos satelitales para sus asociados. Este sistema ofrecerá funcionalidades como visualización de datos Sentinel, alertas de deformaciones milimétricas, generación de informes basado en variables como escorrentía, cambios en el uso de suelos y alerta temprana de riesgos potenciales, espacio para compartir casos exitosos, detección de construcciones ilegales y módulos para capacitación técnica. Se espera que la plataforma esté completamente operativa y disponible para los miembros a finales del 2025, lo que marcaría un hito en la modernización de la práctica ingenieril en Costa Rica.
La integración de datos geoespaciales y tecnologías asociadas consolidará herramientas efectivas para geotecnia, transporte e infraestructura, ampliará la capacidad de monitoreo y fortalecerá la función profesional de los ingenieros civiles, aportando una visión de vanguardia al desarrollo del país.